sábado, 26 de abril de 2008

Teoría del enemigo

El enemigo es un defecto nuestro, con el cual no nos llevamos bien y como deseamos ser mejores casi perfectos decidimos aplastar ese defecto nuestro, al que llamamos enemigo. El enemigo nos considera similares, como enemigos que somos entre ambos y por eso busca eliminar esa sombra de sí que tiene delante y que somos nosotros. El enemigo busca nuestra muerte y nosotros la suya; puede ser que ambos busquemos anular la propia inevitable provocando otra muerte ajena. El enemigo merodea alejado y el amigo se suma en la cercanía. El enemigo es el Otro y el amigo somos NosOtros. El enemigo suma a sí la Fuerza Amiga de sí mismo para doblegar la nuestra propia y la Amiga nuestra también. La Fuerza del Enemigo y Él mismo y los dos copulando entre ellos, son un peligro y sólo con el incesto de nos con nuestra propia Fuerza Amiga se puede neutralizar la marea asesina. La Fuerza es una Fuerza Armada y es fuerte por su Arma, sea Amiga o Enemiga. La Fuerza Armada provoca la Muerte, la cual no es ni Amiga ni Enemiga, es el Lugar común para Todos los Enemigos y Todos los Amigos. La Guerra es el Lugar de los Enemigos muertos por los Amigos, ese Lugar lo comparten ellos para irse a la Muerte o a la Victoria, donde les toque. La Victoria significa la Vida para nosotros, después de la Muerte de muchos, pero sobre todo la de los Otros. El Amigo, el neutral y el Enemigo ocupan posiciones que respetan ese orden de uno en fondo. Cuando nos enfrentamos con un enemigo, debemos saber que detrás de él está también la posibilidad de él volverse neutral y detrás de ella la de ser nuestro amigo, lo mismo ocurre a la inversa. En el arte de la guerra la ética se vuelve abstracta y reparar en ella es un error táctico, no estratégico. En el arte de la Vida es distinto, puede uno aceptar ser derrotado para conservar la moral intacta y seguir viviendo. El Enemigo siempre busca nuestro Lugar placentero, busca nuestro lugar familiar. Busca nuestra supervivencia solamente si le entregamos nuestro placer y nuestro trabajo sin placer. Si no es así su Placer es nuestra Muerte y la de nuestro afecto al matar nuestra familia. Todo es un problema familiar, es el Enemigo alguien que hace muchos años mostró su defecto y formó por eso otra familia, y con eso la misma Guerra.
El Enemigo es un feo defecto nuestro. No lo mate. Cúrelo con agua pura. No dije Bendita dije Pura.
Alfredo Benavidez Bedoya

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